Mª José Martínez Landa
Nacida en Alfaro, de una familia que
inculcó en los años 60 esfuerzo y superación a los hijos, consiguiéndoles sus
carreras respectivas en la enseñanza y en medicina, comenzó sus estudios de
Bachillerato en Corella, porque no había entonces
posibilidad para las chicas de estudiar en Alfaro. Esta discriminación (¡eran
otros tiempos!) la marcó para intentar a lo largo de su vida profesional evitar
lo que hoy día se llama la desigualdad de género.
Realizó estudios de Magisterio en Pamplona, los terminó en Vitoria y los completó en Navas del Marqués como instructora de Educación Física en 1969-70. En el curso 1970-71 tuvo su primer destino en el Instituto de Calahorra que compartía con el colegio de las Teresianas y el curso siguiente 1971-72 se trasladó al Instituto de Alfaro. Mientras tanto consiguió su Licenciatura en el curso 1985-86.
En este año 1971 las chicas se acababan de instalar por primera vez en el Instituto y junto con un grupo de profesoras (en minoría frente al mayor número de profesores) lucharon porque las alumnas pudieran llevar pantalones, incluso en las clases de de Gimnasia y que además pudieran entrar por la misma puerta que los chicos. De aquellos primeros cursos recuerda también cómo los alumnos trataban a los profesores de usted y que algunos profesores no tenían ni voz ni voto en el claustro.
A lo largo de los cursos siguientes le ha tocado vivir las duras huelgas de profesores, constantes cambios de legislaciones educativas y las propias transformaciones del Instituto, primero como sección, luego como Instituto Profesional Emperador Alfonso VII y luego como I.E.S. Gonzalo de Berceo, donde se jubila en el curso 2007-08.
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Carta de Mª José: En el
curso 1970-1971 tuve mi primer destino en el instituto de Calahorra, compartiendo el trabajo con el colegio de
las Teresianas en la misma ciudad. En el siguiente curso 1971-1972 me
trasladé al instituto de Alfaro, a una plaza que quedó vacante al casarse la
profesora de Educación Física Matilde Romanos. Encontré un instituto en el que
las chicas acababan de instalarse en las aulas donde los chicos ya hacía años estaban ubicados. Aun
así ellas entraban por distintas puertas y con los uniformes de faldas grises
y jerséis granates, las encontré muy rebeldes porque querían cambiar las
faldas por pantalones, por frío principalmente ,no
por igualarse a los chicos. El director del centro era D.
Jesús Palacios Remondo y en el
claustro había más número de profesores que de profesoras. En aquel curso
también se incorporaron Conchita
Fernández y Mª. Pilar Novales.
Los profesores entonces estaban jerarquizados en catedráticos, numerarios, no
numerario y los demás…..habilitados, y cada uno tenía sus competencias muy
definidas: los catedráticos podían ser los únicos elegidos para directores y
en este instituto había 5 elegibles, entre ellos Dª.
Concepción Diez Taboada (CHITY) que luchaba en
aquellas circunstancias por la abolición de la falda en invierno, entrada por la misma puerta y otros asuntos
más trascendentales que estarán reflejados en las actas de los interminables
claustros, iniciados con unas oraciones por parte de D.Manuel
el sacerdote que invocando a la patrona del pueblo daba por iniciados las
sesiones en las que algunos profesores teníamos voz pero no voto, con lo cual
como no votábamos tampoco hablábamos, situación que se acabó al curso siguiente. Recuerdo a las alumnas
tratándonos de usted (yo tenía 23 años y con minifalda) y para hacer gimnasia
(que así se llamaba entonces) venían con pololos y blusitas, e inmediatamente
compraron con gran regocijo unos chándales azules preciosos que estrenaron en
el patio de Así pasaron los cursos con nuevos
profesores–as que venían avalados por el director y
en algunas circunstancias por la delegación de educación. Hubo tiempos muy
duros para los profesores no numerarios, con largas huelgas para conseguir
unas oposiciones que no se convocaban hacía años. Se cambió el sistema de
bachillerato, de 6 a 3 cursos, y
venían los alumnos con 14 años. Más tarde, en el curso 73-74, empezaron a
impartirse como sección las enseñanzas profesionales en la rama de
delineación. Después estas enseñanzas se consolidaron y la sección se
independizó como instituto profesional con el nombre de EMPERADOR ALFONSO VII
donde se impartían las enseñanzas de
administrativo, análisis químicos, agraria, además de la electricidad, todas
ellas en los dos grados de profesional que entonces existían y que han vuelto
a llamarse así. Todos estos estudios vinieron a completar las exigencias que
la zona tenía de profesionales bien preparados para competir en unos tiempos
nuevos para la incipiente industria y comercio. Todo esto trajo muchos
alumnos de la zona de Poco a poco se fueron legislando
programaciones, contenidos, objetivos a alcanzar y haciéndose normales los
sueldos, horarios y los nombramientos del profesorado. Personalmente la titulación de los
estudios de E.F. se regularizó y adquirió la misma
categoría que las demás asignaturas. Después de licenciarme oposité a la
plaza de profesional, que fueron las primeras que se convocaron aquel año, y
una vez aprobadas pude elegir por nota
no moverme del instituto, aunque después de 16 años en bachillerato no hice
más que cambiar de pasillos. Los alumnos de profesional me dieron otra visión
de la enseñanza y me hicieron sentir muy satisfecha a pesar de que me
llenaron el horario con TODO el alumnado y con todos los grados. Desde el
curso 86-87 hasta el inicio de la educación secundaria E.S.O.,
que es cuando otra vez se cambia de sistema y nos unifican, mi vida
profesional vuelve como en mis inicios y acabo en él. Tantos cursos en el centro, con
tantos compañeros, con tantos alumnos, con tantas familias que han confiado
sus hijos en mi quehacer, con tanto
respeto con el que se me ha tratado, por parte de todos, me hace retirarme
agradeciendo a la comunidad educativa este comportamiento, y ahuyentando el
recelo que en mi primer impulso de dar clase en mi ciudad tenía por aquello
de que” nadie es profeta en su tierra”. No quiero dejar pasar el momento para
pedir disculpas por algún comportamiento que
haya sido incorrecto en tantos años y en tantas circunstancias mías. Animo al
alumnado a contar situaciones y anécdotas agradables de los diferentes
cursos, compañeros y demás………. para ayudarme a recordar. GRACIAS POR TODO Y A TODOS-AS UN ABRAZO Mª José Martínez Landa |